Abismado

De frente a una pantalla, también encerrado en insomnios luminosos. Quietudes e inquietudes. Volcado sin remedio al misterio palpable del crepúsculo. Agolpados latidos, dos látigos mis brazos, ya cansados de aguantar. Sensibilizador monitor poco amigo del papel. Parezco un robot, no un escritor. Y aun mis circuitos estabilizan, y aun pretendo razonar al corazón. Verídicas fantasías encendidas en los rincones de este antro en el que adormezco y no digo, y no exhalo, y no muero. Acostumbrado a narrar mal las aventuras propias. Me ajeno enajenado. Me odio, me invento. De frente a una pantalla que ignora la “pluma” con su ya tinta seca.
De frente a la vida. De abismos constituido.

Sin Tragedias

Y un poco de ese aroma para ahuyentar la maldad. Amo y soy paz. Me desenvuelvo de los trajes y de las tragedias cuando formo aros de espesor azul en el aire. Distribuyo la concentración a cada rincón de un cuerpo que parece extasiado, ex tallado, estallado. Y un poco de sinceridad al olfato perceptivo. Y otro poco de ese aroma, desaparece entre las nubes y a ellas se une, decorando el “cielastro”.
Viajo. (Viejo, el corazón navega entre nuevos mundos experimentados). Lejos de la ciudad, lejos del campo, lejos de la lejanía. Cerca de los momentos únicos. Un poco de ese aroma y divierto. E invierto bien. Y ciertos estados me celan. Y ciertos amparos me esperan.
Reino sin ser rey. Quedo invisible y puedo tocar. Quedo ciego y puedo mirar. Quedo ahogado y aun asi puedo remar.
Paradojas provoca ese aroma… El, se asemeja a Libertad. A liberación. A <live>. Ese aroma es intuición en noches donde te espero y sigilosa… apareces, como caída del cielo, como inventada por un dios que más de una vez se olvido de atenderme…
Un poquito mas de ese aroma que anima a seguir. Que arrima, que culmina el placer de vivir!

Bella Condena

Destilaste historias,
Demostrándome sol a luna, luna a sol,
Que sos el lugar perfecto de encuentro
Donde al unísono se eslabonan
Leyendas, fantasías y bellos cuentos.

Sumándose van los años que te embellecen,
Marchan como el ferrocarril por las añejas vías,
Sin intención escrupulosa de parar.
Velozmente las horas me envejecen
Disipándose como tierrilla en el lagrimal.

Soy un eslabón de la interminable cadena
Que sueña con la eternidad de esta sublime condena.



 

Yo me quedo con vos

Una mudanza me propusieron
A ciertos lugares cómodos, estéticos.
Me dijeron que convenía que yo aceptase:
Que iba a poder disfrutar de la modernidad,
Que tenia de las manos todo al alcance,
Que ventajoso era mi alma mudar,
Y que me favorecía un cambio de aire.

¿Y cuando consultaron a mis sueños?
Si supieran que sin este aire yo no podría vivir.
¿Quién dice que no disfruto este paisaje?
Si hasta para veranear elijo al barrio José Hernández.

Ser turista de sus caminos es una motivación,
Ellos los “modernos” jamás lo entenderán.
Prefieren de vecino un edificio que les nuble el atardecer,
Yo, en cambio amo esos silenciosos rayos que abrigan la tez.
No convence a mi corazón el estilo de su enfermiza altivez,
Opto por mi suelo donde el fango despacito hunde los pies.

No existen excusas que a dejarte me incentiven,
Si la única justa y leal propuesta fuiste tú.
 
 

Cosmos


Sigo escribiendo porque al abrazar la pluma salgo de los límites que nos impone la rutina.

Imaginación. ¡Cuánto ejercita la mente al escribir!

Exploramos mundos existentes pero desconocidos al estar diariamente sometidos a lo mismo.

Apartémonos un ratito de esas horas repetitivas.

Busquemos el placer de sentirnos “extraños”.

La mente es infinita.

Leer o escribir puede ayudarte a naufragar Cosmos fantásticos,

Brindándote una experiencia más que favorable.

 

Serte fiel es mi felicidad

La plenitud me ahoga cuando despierto
Y por la ventana observo canturrear al zorzal.
Desayuno un mate, no prendo el televisor,
Hay cosas más importantes que mirar:
El nacimiento del alba,
Salir al sol y contemplar el cielo y sus nubes,
Palpar en el aire una mueca de libertad.
 
No me contenta el diario ni la radio,
Soy joven pero amo la melodía del tango,
Sintonizo la voz de Gardel en la antena de mi corazón
Y salgo a la calle a liberar las ansias.
 
Serte fiel es mi felicidad, arrabal de abriles dulces.
El despertar en un mismo nido con eterna alegría
Donde el zorzal y yo somos un alma compartida.
 
 

El arte del latido


Al habitarte soy poseedor

De las ilusiones que trae el vendaval

Transformándolo todo en carnaval

Aunque de negro se vista el alrededor.

 

Yo te abrigo de letras cual biblioteca

Repleta de libros y ocupados estantes.

Doy gracias, fulano, si te animas a acercarte

Para oír cómo por un barrio el cuore late.

 

Si te habito cargo el equipaje

Con tibios sueños y furiosos vendavales.